No por ser más caros van a resultar más entretenidos. Lo fundamental es que el juego fomente el desarrollo intelectual, emocional y creativo del niño. No todos los juguetes son apropiados para todas las edades.
Conviene mirar en los envases las edades recomendadas, una de las informaciones que obligatoriamente debe figurar. También hay que recordar la función educadora que el juguete tiene respecto a la igualdad entre sexos: no hay que distinguir entre juguetes exclusivos para niños o para niñas.
Los niños necesitan jugar durante todo el año. Psicólogos y educadores recomiendan evitar una avalancha de regalos en Navidad, que puede ser contraproducente o incluso provocar el aburrimiento de los niños. Asimismo, con esta actitud se fomenta en ellos el afán consumista impulsivo. Por ello, aconsejan distribuir el gasto en juguetes durante todo el año.
A la hora de comprar un juguete conviene tomar las siguientes precauciones.
- Probar el uso y manejo del juguete en la tienda. Este consejo es especialmente recomendable para los niños que lo han visto en un anuncio de la televisión y pueden tener una imagen muy diferente de lo que es en realidad.
- No es recomendable comprar en almacenes y tiendas esporádicas que sólo abren durante las fechas navideñas. Posteriormente no tenemos a quién reclamar la garantía.
- Buscar, en la medida de lo posible, comercios adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, ya que demuestran buena voluntad para resolver las posibles discrepancias con los consumidores.
- Comprar únicamente los artículos que muestren en su envase la marca CE de forma visible, legible e imborrable. Es la garantía de que cumplen todas las normas de seguridad europeas.
- Rechazar los que contengan elementos cortantes o que puedan causar daño.
- Los juguetes funcionales deben adjuntar las instrucciones de uso y precauciones que hay que seguir.
- Los destinados a niños menores de tres años no deben tener piezas pequeñas que el niño pueda tragar o inhalar. No pueden estar fabricados con materiales que aumenten de tamaño si se mojan con saliva.
- Los elaborados con tela, como los peluches, deben ser resistentes al fuego. Los ojos, orejas, adornos, etc. deben estar bien sujetos para evitar que se desprendan.
Los juguetes químicos deben indicar su posible peligrosidad y las precauciones que hay que adoptar. Los que funcionen con electricidad están limitados a una tensión máxima de 24 voltios. Triciclos, caballitos o coches deben ser lo suficientemente estables como para evitar el riesgo de vuelco. Por último, debe guardarse el ticket que servirá como aval en caso de reclamación.
Fuente: Revista Consumer